La Agencia de Sostenibilidad Energética, en conjunto con el Ministerio de Energía, seguirá impulsando el desarrollo energético sostenible a escala local a partir de Comuna Energética.

Hoy estamos viviendo la que es, probablemente, la segunda gran transformación energética que ha vivido la humanidad. Durante miles de años, la biomasa, los recursos hídricos y la tracción animal fueron los energéticos más usados para calefacción, cocción, transporte y procesos productivos. Recién hace poco más de un siglo, aparecen disruptivamente los combustibles fósiles, cambiando toda nuestra estructura productiva, y generando cambios sociales, culturales y económicos sin precedentes.

En esta segunda transformación, que está ocurriendo de forma vertiginosa, el desarrollo tecnológico no sólo está cambiando los energéticos, sino la forma en que los usamos. Hace apenas una década, por ejemplo, instalar un watt solar a gran escala costaba 7 dólares. Hoy, podemos instalarlo en el techo de nuestra casa a menos de 1,5 dólares. También a fines de la década pasada era común encontrar centrales térmicas de ciclo abierto, con eficiencias de menos de 35%, y nuestra principal fuente de iluminación eran las ampolletas incandescentes, en que un 95% de la energía se perdía en calor y no en iluminar. En ese caso, por cada 100 unidades de energía que inyectábamos, solo 1,5 unidades terminaban cumpliendo su función de iluminarnos; las restantes 98,5 unidades se perdían en el camino. Hoy, somos capaces de obtener energía de fuentes como el sol o los vientos, y podemos transformar más de un 95% de esa energía en luz, con las ampolletas LED.

En este escenario, la nueva Agencia de Sostenibilidad Energética busca ser un catalizador y un articulador de actores y procesos, poniendo a disposición del mercado y de los diversos actores públicos y privados sus capacidades para la asistencia técnica en iniciativas multidisciplinarias relacionadas con la sostenibilidad energética, impulsando nuevos mercados para las empresas de servicios, generando capacidades y ayudando en la construcción de una cultura en torno a la energía, acorde a la realidad actual.

El Programa Comuna Energética tiene un rol fundamental en esto, al constituirse en la principal plataforma de acción local para fomentar el desarrollo energético sostenible y resiliente al cambio climático en las comunas de Chile. Comuna Energética apoya a los municipios a elaborar Estrategias Energéticas Locales, con visiones energéticas comunales y planes de acción ideados desde la comunidad. A través de este programa se educa a la ciudadanía en temas energéticos generales y en especial sobre el uso responsable de la energía. Además, el programa otorga el Sello Comuna Energética a aquellos municipios que presentan avances significativos en su gestión energética local.

Hoy tenemos 47 comunas adheridas al Programa Comuna Energética en todo el país, desde Arica a Cabo de Hornos. Con estas comunas hemos trabajado para generar una visión a largo plazo y un Plan de Acción con proyectos muy concretos en diversos ámbitos tales como: generación local con energías renovables, eficiencia energética en la infraestructura, electromovilidad, planificación energética, institucionalidad, cooperación con otros actores y acciones de sensibilización y educación.

Las Comunas Energética han avanzado decididamente en la implementación de acciones, a partir de modelos de negocios innovadores y asociativos, que introducen nuevas tecnologías a escala local. Algunos ejemplos son Caldera 30+, Colegios Solares de Peñalolén, Microred de Providencia Mejoramiento térmico del Colegio Baquedano Infraestructuras energéticamente eficientes de Coyhaique Centro Demostrativo de Energía Geotermia de Calera de Tango, Centro de Ahorro Energético Móvil de Independencia, entre muchos más.

Y cuando miramos hacia adelante, vemos que es muy probable que la próxima década traiga cambios aún más marcados: los consumidores pasarán, gradualmente, a ser también productores de energía; experimentaremos una sustitución energética que nos llevará hacia un mayor uso de la electricidad, la cual será cada vez más limpia; el transporte se electrificará y automatizará y reduciremos nuestros consumos de energía a través de mejores estándares de construcción y de mejor diseño y aprovechamiento de espacios públicos.

La tecnología seguirá seguramente sorprendiéndonos con sus avances vertiginosos y será clave que esto no nos encuentre dormidos ni inmóviles. El desafío es poder anticiparnos, generar los marcos adecuados para su mejor despliegue y actuar de manera coordinada entre actores públicos y privados en beneficio de los objetivos de desarrollo sostenible que nos hemos propuesto.

Ignacio Santelices, Director Ejecutivo de la Agencia de Sostenibilidad Energética